domingo, 14 de febrero de 2010

locura sensacion y cálidez, todo a la misma vez

La furia del silencio se desató, el sol se escondió tras una nube de algodón, el cielo marchito y el arrepentimiento se convertía en mariposas azules.
Todo estaba tan calmado que el viento estornudó y animo a las hojas de octubre a flotar sobre las calles y las aceras de cemento gris, gris como los ojos de algunas personas que habitaban en sus moradas cansados, tristes, melancólicos y asustados, nadie iba llamar a sus puertas. No habían sueños ni esperanzas, todo se veía tan lejos y a la vez tan cerca, todo dependía del ángulo y la forma en que cerraban y abrían los ojos para enfocar más allá de la desdicha y la decesperación. Qué más da? Una noche más encerrados en el mundo, descubiertos al desnudo de las verdades y el frío de aquella época en octubre en donde el sol decide renunciar al planeta. Piratas bailaban por las calles, monjas vendían crucifijos en las esquinas de las avenidas 7 y 6, una que otra se comía su último panecillo, mientras recolectaba lo suficiente para un viaje sin regreso al cielo, niños felices andando sin problema sin saber que el fin de los tiempos había llegado, el mundo iba a quedar tan solo, solo en verano, en invierno, primavera y otoño, sólo era cuestión de tiempo.
La furia del silencio rompía en pedazos cuando veía a su madre llorar por sus hojas y aclamar al cielo por la lluvia y ahora qué más da? Da lo mismo morir o seguir viviendo, no hay arrepentimiento sin dolor? no hay engaño sin dos partidarios? Y qué tal las vacas en los cementerios y los puercos en el mar? Qué hay de la lucha de ballenas clandestinas y la falta de comida para abejas que se quedan sin parejas y esperan una noche más mientras todo el polen les sale por las mejillas hinchadas? Y qué tal si se matan con aerosoles de vainilla? Todos están locos... Locos sin razón y es que la razón no existe para el que loco piensa que es.

Seguidores